A medida que la leona se acercaba al impala en el Delta del Okavango en Botswana, el fotógrafo Grant Atkinson pensó que solo había un ganador en esta batalla de la naturaleza.

Con el depredador preparándose para atacar, el Sr. Atkinson tenía el dedo en el obturador de su cámara, listo para el momento en que el impala quedara firmemente atrapado entre las mandíbulas del león. En cuestión de segundos, el encuentro terminó y el impala escapó.

Pero no fue hasta que el Sr. Atkinson revisó esa dramática grabación que pudo ver lo cerca que había estado el león del éxito.

La leona perfectamente camuflada se abalanza sobre el impala desprevenido, que salta para evitar la poderosa garra mientras esta barre un arco sobre su espalda.

La leona muestra sus afilados dientes mientras intenta morder el cuarto trasero del impala, mientras la garra del depredador lucha con la pierna que arrastra del animal en fuga.

Según el Sr. Atkinson: “Estaba emocionado por la posibilidad de presenciar una caza. Aunque sucede con bastante frecuencia que los animales de presa ven a los leones, así que intenté moderar mi anticipación.

Encontré a la leona quizás treinta minutos antes. Cuando vio al impala acercarse hacia ella, inmediatamente se agachó.

He visto a los leones cazando antes, pero estar en una posición que nos permitió ver todo el evento desplegarse ante nosotros fue muy inusual.”

“Poder ver los detalles minuciosos de las garras de la leona, su intento fallido de agarrar y la forma en que el impala pasó justo al lado de ella solo se reveló completamente para mí cuando miré las imágenes después.”

El nativo de Ciudad del Cabo había trabajado anteriormente en Botswana como guía de vida silvestre durante más de diez años. “Sentí decepción por la leona, en el sentido de que había perdido su comida, pero aliviado por el impala. Ver algo tan espectacular como este intento de caza siempre es emocionante como fotógrafo de vida silvestre.”

La leona tiene una oportunidad de morder al impala de pies veloces mientras escapa, pero no puede aferrar sus mandíbulas al casco que arrastra a solo unos centímetros de distancia.

Después de su dramático salto a la seguridad, el impala ha establecido una ventaja inalcanzable de dos longitudes sobre la leona, que se ve obligada a admitir la derrota.